miércoles, junio 09, 2010
Sobre el saludo en la práctica del zazen...
(extraído de "La Sustancia del Zen", de Paul Wienpahl)
El estudiante de zen , saluda al entrar y al salir de la habitación en que medita. Saluda al Roshi cuando entra a la habitación, a los otros estudiantes y al safu en que medita, tanto antes y después del zazen.
Todo esto puede carecer de sentido y ser ritualista, formal. Y lo es, hasta que el estudiante ve que el saludo es un "gracias". Incluso el safu lo merece, porque el estudiante ve que está saludandose a si mismo cuando saluda a éste.
Ve que no hay partes, sino todo una misma cosa. La distinción entre lo animado y lo inanimado desaparece. Por un instante él y el safu son uno solo, por un instante el Roshi no está ayudando al estudiante, sino que él se está ayudando a si mismo. Al saludar a otros se está saludando a si mismo. Y al saludarse a si mismo está saludando a los demás. El saludo no es un mero ritual. Está cargado de significado. Él también es zazen.
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